Cuestión 1. ¿En los barrios ricos se suele votar más a partidos de derechas? ¿En caso de estar descontentos, ¿prefieren no votar o tienden a cambiar de opción?
Es cierto que el bloque de la derecha suele crecer en votos a medida que aumenta la riqueza en las secciones censales (es decir, en las distintas unidades que integran un distrito) y cuyo comportamiento podemos analizar después de las elecciones a través de mapas interactivos que colorean en función del voto las calles de nuestras ciudades.
En este sentido, observamos que existe una tendencia conservadora en torno a apoyar políticas neoliberales cuando el nivel adquisitivo es alto. En estos contextos, tanto la derecha moderada como la extrema parecerían obtener una respuesta electoral satisfactoria a sus intereses. En cambio, donde lo tendría complicado la extrema derecha sería en los barrios de rentas medias.
Aunque a todo esto, hay que tener presente las rentas bajas pueden ser también conservadoras, pero estas suelen movilizarse más en torno al elemento moral, a los valores conservadores, al decantarse por estas opciones frente a la izquierda.
La desafección y abstencionismo se da en todo el espectro político. En el caso de la derecha, al romperse el bipartidismo una parte de la derecha se radicalizó y transitó hacia nuevas opciones, esto se hizo primero movilizando al electorado alrededor del conflicto territorial (centralismo vs. autonomías) y ahora la estrategia habría evolucionado, especialmente alrededor del discurso anti inmigración. Con esto, también la derecha abiertamente anti-feminista podría estar sumando simpatizantes en barrios populares que votan mayoritariamente a la izquierda (aquellos que conciben erróneamente el feminismo como una ideología que busca perjudicar al hombre)
Cuestión 2. ¿En los barrios pobres se suele votar a partidos de izquierdas? ¿En caso de estar descontentos, ¿prefieren no votar o tienden a cambiar de opción?
En España existen barrios de tradición obrera e izquierdista que aún se mantienen como feudos del Partido Socialista, lugares donde Podemos no consiguió dar el sorparso ni siquiera cuando estaban en su mejor momento. Pero esto no quiere decir que en los barrios más humildes no se vote a la derecha (ya que esto también sucede) ni que esto sea un fenómeno nuevo.
Es más, los barrios más pobres (pero en los que no hay una tradición socialista especialmente intensa) son caladeros donde la extrema derecha está intentando pescar votos y lo consigue, utilizando consignas como ‘’solo los ricos se pueden permitir no tener patria’’ o ‘’somos una fuerza patriótica social" copiando en parte el discurso de Salvini y Le Pen (esto se llama populismo social) Así mismo, podríamos identificar rasgos antisistema e incluso conspiracionistas en esta forma de hacer política. De este modo, aunque tengan modelos políticos radicalmente opuestos, los populismos contemporáneos de izquierda y derecha convergen a veces en la retórica con el mismo efecto: Se diluye el eje tradicional izquierda-derecha (que se sustituiría por el constructo los de abajo vs. las élites)
En los últimos comicios se habló mucho de la obrerización del voto a partidos como Vox, algo que pude resultar chocante pero que tiene una explicación clara: El nacionalismo exacerbado (que se sostiene sobre todo en la criminalización del inmigrante) funciona en términos discursivos. A este nacionalismo identitario excluyente le acompañaría una apuesta por el proteccionismo económico en la que confiarían sectores que han acabado empobrecidos tras las anteriores crisis y que ahora temen nuevas recesiones.
Respecto al descontento, es cierto que la abstención suele darse mucho más en la izquierda en comparación con la derecha (ya que la izquierda siempre ha estado más fracturada, más desunida a lo largo de la historia) No obstante, los votantes de izquierda que no estén fidelizados a un partido también pueden moverse desde posiciones más moderadas a radicales y viceversa.
Conclusión. Entonces, ¿por qué seguimos recurriendo (erróneamente) a la renta como principal factor en la interpretación del voto? ¿qué otros elementos pueden determinar la ideología?
Si solo analizamos esta premisa ('el nivel de renta determina el voto') desde la teoría de la elección racional del voto, sí tendría sentido. Esto significaría que la elección del voto se concibe como una elección económica, una decisión en función de la renta media (voto a quien considero que va a beneficiarme más cuando llegue al Gobierno) Pero en la práctica observamos que no siempre sucede así (esto es un modelo teórico) porque lo cierto es que en España el voto está cada vez menos polarizado en función de la renta.
También existe otra explicación, la sociológica (conforme a la cual esta elección es un comportamiento adquirido por los círculos de socialización: familia, amigos, entorno laboral, la clase social, étc) Sin embargo, esta implica un comportamiento excesivamente rígido que tampoco se corresponde con la realidad. ¿Por qué? Por el hecho de que cada vez hay mas volatilidad electoral.
Ademas, se está produciendo una pérdida de conciencia de clase sobre todo entre las clases más populares y que por tanto afectaría más a la izquierda, perjudicaría más a la izquierda. Estos ciudadanos llegarían a votar a formaciones con programas económicos ultra-liberales contrarios a sus propios intereses porque la retórica (el populismo social) ha ganado al programa. Es decir, la propaganda (el relato) se impone a los hechos (las medidas que tomarían gobernando)
Otras variables en las que podemos fijarnos para explicar el voto en los barrios simultáneamente serían la tasa de desempleo, el porcentaje de migrantes, la tasa de juventud y el nivel estudios, entendiendo que ninguna de esta explica por sí sola la elección. Ademas, la falta de cultura política general de la población en España también tiene un reflejo en la elección del voto y en la elevada volatilidad electoral.
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